En plan, básicamente, en verdad… ¿por qué hablamos así?
¿Te suenan expresiones como «en plan», «básicamente» o «en verdad»? Descubre cómo hablan los jóvenes en España


Puede que lo hayas escuchado mil veces. Estás con un grupo de adolescentes y sueltas una frase tipo:
— En plan, fuimos a ese sitio y, literal, estaba lleno de gente.
Y tú te preguntas: ¿qué significa exactamente en plan? ¿Desde cuándo literal se usa para todo? Y lo más interesante: ¿por qué lo dicen tanto?
Los idiomas, todos ellos, tienen una cosa mágica que a la vez los hace aún más interesantes y es que evolucionan de una manera veloz, con energía. Esto indica que están vivos, que son dinámicos. Los jóvenes no hablan como sus mayores y estos no hablaban como sus padres en su momento tampoco. Hay modas lingüísticas que vienen y van, y hoy nos queremos concentrar en el uso, para mi gusto, desmesurado de ciertas palabras que podríamos decir se han puesto de moda, por ejemplo «en plan».
En este artículo, te contamos cómo hablan muchos jóvenes en España, por qué usan ciertas expresiones repetitivas y cómo esto puede ser una herramienta curiosa (y útil) para quienes aprenden español en contextos reales.
¿Qué son estas expresiones tan repetidas?
¿Qué son estas expresiones tan repetidas?
En lingüística, se llaman muletillas. Son palabras o frases que no tienen una función gramatical clara, pero que usamos para dar ritmo, pensar mientras hablamos o sonar más cercanos.
Entre adolescentes (y no tan adolescentes) en España, las más populares últimamente son:
- En plan: para explicar o dar ejemplos.
- Básicamente: para resumir… aunque no siempre se resume.
- En verdad: sinónimo flexible de “la verdad es que…”.
- Literal: muchas veces no tan literal como parece.
Y lo curioso es que no solo se dicen: se repiten. Mucho. Casi de forma automática. ¿Por qué?
«En plan» es como «el nuevo chicle, es flexible y está todo el día en boca de nuestros jóvenes».
En un artículo de Lola Pons en la revista Verne de El País, se refieren a «en plan» como «el nuevo chicle, es flexible y está todo el día en boca de nuestros jóvenes». Me gusta esta comparación, pero que sea útil y se use con criterios concretos no quiere decir que no llegue a resultar exasperante cuando lo oímos constantemente en la boca de jóvenes y adolescentes españoles.
«En plan» se ha usado desde siempre y por hablantes de todas las edades, queriendo expresar intención, modo, o ‘en actitud’: «vinieron en plan pelea», «la fiesta es en plan casual», «estamos en casa en plan relajado». Pero lo novedoso es todos los significados nuevos que ha adquirido en el español actual de España: «Jaime no viene hoy a clase, en plan se ha ha tomado el día», equivaldría a: «o sea», o a «es decir»…, «Mayte me mandó un mensaje en plan no vamos a ir a la fiesta», aquí es completamente prescindible o lo equivalente a poner unas comillas. También para dar énfasis a algo: «está bien tomarse un cafelito pero Nico se los toma en plan por la mañana, por la tarde y por la noche».
«El lenguaje juvenil español tiene, como todos los lenguajes juveniles, sus marcas propias, cambiantes y poco duraderas».
Algunos profesores se quejan de este uso desmesurado de esta y otras palabras como las que mencionamos en el titular: «básicamente, en verdad, óptimo, obvio y obviamente, ¡qué abuso!» (alguien ya de mi generación diría «¡qué pasada!»). Pero como advierte Lola Pons en este mencionado articulo, «el lenguaje juvenil español tiene, como todos los lenguajes juveniles, sus marcas propias, cambiantes y poco duraderas», porque estas modas lingüísticas vienen y van.
¿Una moda pasajera? No tan rápido.
Estas expresiones forman parte de algo más grande: la manera en que los jóvenes construyen su forma de hablar y de estar en el mundo. Es una especie de código compartido que crea identidad, cercanía y hasta sentido del humor.
Las redes sociales como TikTok o Instagram lo han amplificado. Muchos vídeos virales imitan este estilo. Los influencers lo usan. Y claro, se contagia. En este sentido, un estudio de la Universidad de Salamanca (2023) confirma que este tipo de lenguaje cumple una función social: conecta, suaviza, marca grupo. No es solo “hablar mal”. Es hablar como se habla ahora.